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jueves, 1 de diciembre de 2011

Los tipos duros no bailan

Una obra durísima, claro ejemplo de la más pura novela negra americana. Así es el título que estoy leyendo actualmente. La novela no me apasiona demasiado en ninguno de sus géneros pero hay algunos autores que me enganchan como una droga, sobre todo aquellos que emplean un estilo directo, sencillo, sin rodeos. Una capacidad que admiro y considero propia del buen escritor.

Norman Mailer es de este tipo: ¡contundente! No se pierde en detalles fútiles, ni da engorrosos rodeos descriptivos adornados de barroca palabrería cuyo único fin es rellenar páginas que justifiquen el precio de algún bodrio de dudosa calidad  o aumentar la categoría de algún elocuente plumillas del que se juzga su valía y su profesionalidad en función del grosor de sus libros y de lo bien que se venden gracias a una llamativa portada, un título sugerente y un discurso vacío construido con palabras amenas y fáciles de leer.

Perdón, era mi porción de crítica diaria. No tengo nada en contra de quienes leen, compran u admiran a estos escritores. Simplemente pienso que son malos escritores; nada más. Espero no se ofendan. Así que, sin más dilación, ¡Vamos a por faena! Mailer va directo al grano; construye una novela oscura, tenebrosa y potente. Esta es la historia de Tim Madden: escritor fracasado, adicto al bourbon, los cigarrillos y las rubias casquivanas -ligeras de cascos, mujeres que carecen de formalidad al relacionarse con el sexo masculino- y adineradas en el escenario de arbustos y dunas de Provincetown. Cuando se cumplen 24 días del abandono de su esposa, Tim Madden amanece con resaca, una acentuada excitación sexual y un nombre del pasado tatuado en rojo en el brazo.

Apenas recuerda nada de la noche anterior. De pronto descubre que el asiento del acompañante de su Porsche está empapado de sangre y que, en un bosquecillo cercano, en un rincón semi oculto de su escondrijo de marihuana, hay una cabeza rubia cercenada por el cuello.¿Será Madden un asesino? La narración se centra en la violencia física, sexual y emocional mientras asistimos a los esfuerzos de Madden por reconstruir aquella espantosa noche.

A raíz de la investigación hacen acto de presencia unos personajes rocambolescos que reflejan los extremos de una sociedad y una época: ex boxeadores profesionales, adictos al sexo, médiums, timadores, policías, una antigua novia desencantada y el mismísimo padre de Madden, baluarte de la más estricta moral. En esta novela, un Normal Mailer en su mejor momento emprende una búsqueda implacable entre los recovecos y virtudes ocultas del americano moderno: rara vez se han explorado tan a fondo las paradojas del machismo y la homosexualidad.

23:59 Es la segunda vez que leo este libro y creo que lo estoy disfrutando más que la primera. Lo mejor no es el propio argumento sino cómo martiriza a los personajes, como los lleva al extremo, como los rompe y los retuerce. Los exprime hasta sacar la última gota de su esencia para caracterizar, a través de ellos, los aspectos más macabros de la sociedad de su tiempo. No hay tregua, el ritmo es trepidante y se desprecian los tabúes. El sexo, la homosexualidad, la violencia, las frustraciones,... todas las facetas humanas, mejores o peores, quedan desnudas sin sutilezas ni eufemismos.

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