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miércoles, 28 de marzo de 2012

Whasington Tank. El devastador terrestre de las FSA

Bueno, tras unas intensas jornadas de jobi este fin de semana pasado, vuelvo a retomar el proyecto Dystopian. Ahora estoy trabajando en las unidades terrestres usando el mismo método de siempre. El objetivo: acabar rápido y hacer hueco para lo que está por venir. Persigo un resultado aceptable y reconozco que paso más tiempo pensando como pintar rápido que pintando. Este tanque le he dedicado tres horas de mi tiempo y estoy bastante contento. Así que os dejo unas "fotillos" y en cuanto tenga la oportunidad, un informe de batalla que es lo que realmente me gusta: jugar e informar ;).

Gracias a todos por seguir este blog... cada vez hay más participantes en esta casa virtual dedicada a lo que me gusta...¡Sea lo que sea! Adelanto que en breve publicaré una serie de artículos sobre el Conde Duque de Olivares y una ruta de trequin que me tengo pensada. Ya veis, diversidad; pero por ahora tendréis que contentaros con las fotos del Whasington.


martes, 27 de marzo de 2012

Rommel aplasta a los aliados en Libia y avanza sin oposición hacia Tobruk



15 Schutzen se atrinchera en Bir el Tammar
El sábado 24 de marzo de 2012 algunos miembros del grupo Somatent del Club Alpha Ares de Barcelona asistimos a las Jornadas Cápsula de Barnalúdica. Como es habitual, siempre que participamos en un evento de estas características montamos alguna partida abierta con la intención de mostrar nuestra afición. En esta ocasión nos decantamos por Flames of War, un juego que nos interesa bastante, y preparamos una mesa ambientada en los combates que alemanes y británicos disputaron en el norte de África. ¿Escenario escogido? El Caldero –debajo de éste párrafo os dejo el mapa-.

Mapa de The Cauldron, en Gazala. Así cualquiero de vosotros podrá jugar este estupendo escenario
Al final la partida la jugamos nosotros. Mi experiencia me demuestra que los eventos que organiza Barnalúdica no tienen tanta proyección hacia el público externo. En nuestras jornadas, vienen muchas personas que no tienen contacto con los wargames y logramos que participen. Ese es nuestro objetivo. En Barnalúdica no hay esa afluencia; más bien todos los asistentes vienen a participar en su partida o su torneo. Es un ambiente más cerrado. Eso no quita que lo pasáramos genial. El escenario es excelente y sin duda, invita a rejugarlo; además fue un día estupendo en el que no faltaron risas y buen comer. Sin más dilación voy a lo que interesa: el informe de batalla.
Despliegue británico. Y al fondo alemanes e italianos toman posiciones mientras llega Rommel
Las tropas y su despliegue

En su avance hacia Tobruk, la 15 Panzerdivision se encuentra con una fuerte resistencia aliada. Las Ratas del Desierto estaban atrincheradas en el Box de Knightsbridge defendido por trincheras, alambradas y campos de minas. La infantería británica contaba con mucho material anticarro y con una poderosa compañía de tanques cuyo objetivo era frenar el imparable ataque del Afrika korps (DAK). Las tropas indias de la 5 División del Imperio Británico estaban atrincheradas en el pequeño poblado de Bir el Harmat defendiendo la carretera que conducía al box de las fuerzas inglesas.

La división italiana Ariete, desplega su artillería y efectivos en el interior del Caldero

Los cañones pesados italianos, junto a los 88 serían vitales para parar la oleada de carros aliada
Las ratas en su madriguera de Knightsbridge

Los hindúes en Bir el Harmat. Ninguno salió de allí pero se ganaron el reconcimiento por su resistencia final frente a los panzer alemanes
La situación era comprometida. La 15 Panzer estaba agotada tras avanzar por los desiertos libios unos 300 kilómetros en tres días. Las tropas necesitaban descansar y los tanques requerían reparaciones y mantenimiento. Por otro lado, se esperaba un inminente ataque de carros aliados así que, ¡no había tiempo que perder! Rommel atrincheró sus unidades Schutzen de la 15 en el pueblo de Bir el Tamar. Esta curtida infantería debería aguantar su posición durante tres días mientras Rommel recomponía sus columnas de carros. Los alemanes contaban con el apoyo de la división italiana Ariete posicionada dentro del Caldero –un rif cercano a las posiciones alemanas-, y dotada con gran cantidad de carros ligeros, artillería y poderosos cañones. Los Schutzen contaban con varios anticarro pak 38 y dos poderosos cañones de 88 mm para intentar defender la marea acorazada aliada.

La infantería alemana se parapeta en el pueblo de Bir el Tamar con toda su potencia anticarro y los temidos 88 en una posición elevada
Los fascistas desbaratan el asalto aliado

La polvareda alerta de la ofensiva aliada
La noche helada del desierto cayó sobre los ejércitos parapetados en sus posiciones pero al llegar el alba enormes columnas de polvo se elevaron desde las posiciones británicas. El ataque aliado había comenzado. Un enorme vocerío se adueñó del campo alemán mientras la infantería y las dotaciones artilleras ocupaban sus posiciones. Los italianos también estaban preparados y los cañones rugieron mientras descargaban sus obuses sobre la primera línea de vehículos de reconocimiento. 



El fuego de las baterías fascistas se ceba con la primera línea dejando algunos Grants y Crusader fuera de combate
El avance británico cubierto por la arena.
La polvareda que levantaban los vehículos dificultaban los objetivos de la artillería. Los Grants, Stuarts, y Crusader estaban bien ocultos y llegaron casi sin bajas a los campos minados que obstaculizaban el avance sobre las posiciones alemanas. La infantería se parapetó en sus nidos de tirador mientras los paks 38 escupían metal sobre los primeros Crusader que pasaron por encima de las minas. Muchos blindados ingleses quedaron destruidos por las trampas explosivas ocultas pero había tantos que lograron llegar hasta Bir el Tamar. Fue en ese momento donde los alemanes debían resistir hasta el último hombre.

Varios paks fueron destruidos por los Grants y los Crusader pero los restantes dieron buena cuenta de las compañías de tanques de vanguardia dejando un enorme reguero de metal humeante. Los 88 fueron determinantes en combinación con la inestimable ayuda italiana y los Stuka. Los aliados lamentarían no haber silenciado aquellas bestias con su artillería. Los 88 y los cañones pesados italianos (montados sobre camiones) lanzaron su destrucción sobre la segunda oleada de carros aliados parando en seco la ofensiva. Los Stuka comenzaron a llegar en oleadas y sus bombardeos en picado hicieron estragos en la retaguardia de carros ingleses.

La Vanguardia acorazada llega a los campos de minas de las afueras del Bir el Tamar y son recibido por un potente fuego anticarro.
Pese a que se pierden algunos paks. El fuego combinado de los 88, la artillería italiana y los anticarro de los Schutzen detienen la primera oleada de los Crusader y Grants.

La primera oleada aliada ha sido detenida y la segunda se acerca siendo duramente castigada por los 88 y la artillería italiana, que sin duda fueron la clave para para la ofensiva
Una compañía de Stuarts y el Jefe de Compañía intentan asaltar las posiciones avanzadas alemanas y dan su flanco a los terribles 88. Esta imagen es lo último  que se supo de ellos. Creo que volaron en pedazos
Los Stuka destrozan la retaguardia blindada británica
En ese momento, los blindados ligeros italianos salieron de sus posiciones para dar buena cuenta de los vehículos menos acorazados mientras las baterías de cañones y los paks practicaban tiro al pato con los tanques supervivientes. Los blindados de retaguardia dieron media vuelta e intentaron ponerse a salvo pero fueron hostigados por los tanques italianos y la artillería. Sin mando de compañía, el ataque se convirtió en una huida caótica.

Tras el Caldero comenzaron a levantarse enormes columnas de polvo y se podía escuchar el característico chirrido de las orugas. Por fin, Rommel y la 15 Panzer habían llegado. Los hindúes corrieron a sus posiciones al ver a la infantería fascista salir de sus trincheras y lanzarse al asalto a través de las hirvientes arenas del desierto libio. Los blindados aliados supervivientes se volvieron para reforzar las defensas de Bir el Harmat ante el inminente ataque blindado alemán. La infantería italiana salió del Caldero para apoyar el asalto de Rommel, recibiendo un poderoso fuego defensivo que causó muchas bajas. Pero la valerosa Ariete no se rindió y se mantuvo firme en su incesante avance. Sus cañones y vehículos ligeros desbarataron la primera línea de defensa británica. Los contra carro ingleses empezaron a saltar en pedazos haciendo peligrar lo único que podía detener el avance de los poderosos Panzer.

El orgullo acorazado inglés hecho pedazos

Los británicos huyen como ratas hostigados por el fuego del Eje

Rommel llega al frente de la 15 Panzer Division. Los italianos y los alemanes de Bir el Tamar, henchidos de moral tras detener el asalto inglés, saltán de sus posiciones y se lanzan al asalto para apoyar a la gran división de tanques que el Zorro del Desierto ha traido de refuerzo.

La 5 División India se hace fuerte en Bir el Harmat esperando un inminente ataque que sería devastador. El oficial al mando los arengaba para realizar una resistencia final heroica y pasar a las páginas de la historia.

La infantería alemana e italiana apoyada por los carros ligeros de la Ariete se lanzan al asalto. Trás desbaratar una línea avanzada de anticarro británicos, ya nada separa a las poderosas fuerzas del Eje de cercar Bir el Harmat y asediar Knightsbridge. El centro inglés desaparece y las fuerzas aliadas quedan divididas y aisladas en dos bolsas.
La heroica resistencia india en Bir el Harmat

La Ariete y los Panzer cercan Bir el Harmat.
La aviación aliada no podía prestar su apoyo ante el poderoso fuego antiaéreo alemán que destruía todo lo que llegaba. Mientras, los Stuka dirigían sus esfuerzos a castigar las posiciones defensivas de los hindúes. El centro fascista no tenía oposición y logró separar en dos a las fuerzas aliadas gracias al avance blindado italiano. Las Ratas del Desierto estaban encerradas en su box y habían perdido todos sus anticarro. Unos pocos infantes defendían ya sus pertrechos soportando el fuego de la infantería alemana que estaba ya sobre sus posiciones.


El campo ya es alemán, el 88 se quedó sin objetivos los tanques enemigos han sido hechos pedazos y el centro inglés ha desaparecido, los carros italianos se lanzan a la carga junto a la infantería veterana de la 15 Schutzen Regiment
El eje acaba con los anticarro y con la primera línea de infantes
En Bir el Harmat, el movimiento de pinza de la infantería de la Ariete y de la 15 Panzer había logrado copar y encerrar en una bolsa a los hindúes y a la poderosa artillería británica que no hizo nada a destacar. La posición hindú era desesperada y cuando un animal se siente acorralado se vuelve tremendamente peligroso. Hubiese sido más prudente dejar a estas poderosas tropas una vía de escape. Armados con granadas y anticarro esta fuerza se convertía en un enemigo a tener en cuenta. Aún así, merecía la pena sacrificar unos cuantos tanques y quitarse de en medio a unos soldados de tremenda calidad. La artillería y los cañones pesados seguían machacando las posiciones de Bir el Harmat, destruyendo cañones y haciendo saltar por los aires a la infantería. Esta se vio obligada a recibir cuerpo a tierra la primera oleada de Panzer III.






Los hindúes repelen la primera oleada con grandes pérdidas
El asalto a Bir el Harmat vino precedido por un fuerte fuego de apoyo. Los cañones de los Panzer III hicieron saltar las paredes de la primera línea de casas, mientras las HMG y los antiaéreos descargaban su infierno de plomo sobre la infantería aliada que sufrió muchas pérdidas. Pero los hindúes se mantuvieron firmes. Ni los bombardeos, ni los aviones ni el fuego de supresión alemán lograron sacar a aquellas cucarachas del pueblo. Y esto era vital para acabar con la artillería británica. No había más remedio, los Panzer debían asaltar y hacer la faena. El primer batallón de tanques se lanzó sobre el pueblo aplastando y rebasando a los defensores. Murieron muchos hindúes pero estos no cejaron y contraatacaron en las estrechas calles del pueblo destruyendo los tanques con sus granadas y un gran sacrificio.

Los defensores eran cada vez menos pero habían logrado acabar con el primer asalto. Rommel no les permitió retomar el aliento. Otra compañía de Panzer se lanzó al ataque llegando al centro del pueblo donde los hindúes habían montado la última línea defensiva. El asalto de carros fue durísimo y se llevó por delante a muchos defensores pero aún así estos curtidos veteranos asiáticos lograron detener la segunda oleada con graves pérdidas en vidas humanas. Los pocos supervivientes se parapetaron en la iglesia. Sólo unos pocos separaban a Rommel de la artillería y de tomar el pueblo. Se miraron extasiados. Por aquello esperaban que sus familias fuesen consideradas como miembros formales del Imperio Británico. A su alrededor se apilaban cientos de compañeros caídos entorno a varios Panzer III destruidos.
Los panzer se preparan para el segundo asalto que metería a los defensores en la iglesia
Pero la resistencia era vana. El resto de la 15 Panzerdivision se lanzó sobre Bir el Harmat. Habían destruido 8 tanques pero ahora quedaban muy pocos para detener al resto de la división. Desde su posición pudieron ver como unos 15 carros se abalanzaban sobre ellos, mientras el grueso de la división rodeaba el pueblo. Las columnas de fuego de la artillería destruida fue lo último que vieron aquellos valientes indios antes de caer por fin ante el poderoso asalto de los Panzer III apoyados por algunos potentes Panzer IV. Con Bir el Harmat tomado, las fuerzas del eje lanzaron un asalto masivo sobre el box británico que ya estaba hostigado por los Schutzen de la 15 y los blindados ligeros italianos.

Los defensores recibieron un segundo asalto que lograron repeler, pero su resistencia estaba quebrada y una tercera oleada de Panzer los acabaría arrasando. Su enconada resistencia es lo mejor que hicieron los británicos. La 5ª pasaría a la historia, eso sí: cuando ya estaban muertos jejeje
Al caer la noche no quedaba ningún atisbo de resistencia de las Ratas del Desierto. El campo era alemán y Rommel tenía libre el camino hacia Tobruk. El Zorro paseó por las desoladas calles de Bir el Harmat para ver de primera mano los restos de aquellos hombres que habían detenido su avance durante varias horas a base de determinación y valor. Dio la orden de reparar sus vehículos y reorganizar sus fuerzas. Al alba partirían hacia Tobruk y era necesario descansar. Sólo una tenue luz delataba la posición alemana. Era la de la tienda de Rommel que anotaba con avidez en su diario la valía de aquellos hombres asiáticos que dieron su vida en Bir el Harmat por Su Majestad.

Conclusiones

El tío l'88 . Donde ponía el ojo plantaba el obús
Finalmente dejamos la partida en el turno 9. Nos cerraban el garito pero estaba bastante claro que, a pesar de la resistencia hindú, los fascistas habían ganado sobradamente la batalla. Quedaban tres plaquetas de infantería y la artillería en Bir el Harmat que no hubiesen sobrevivido al siguiente asalto Panzer (y quedaban unos cuantos tanquecitos). El resto de fuerzas del Eje estaba a un turno de llegar al box británico y por tanto de ganar la partida. Así que decidimos dejarlo con victoria contundente de los alemanes que ya habían erradicado a casi todas las fuerzas defensoras de Bir el  Harmat antes del turno 9. Las fuerzas del centro italianas y la infantería alemana estaba a un movimiento de plantarse en el box británico con lo que se hubiesen conseguido los dos objetivos en el turno 9 o 10 de una partida de 12.


La infantería alemana se lanza en dos oleadas y los carros italianos ponen cerco al Box Británico. Lo que se vé al fondo al lado del reglamento son difuntos de la pérfida Alvión y estaban eliminados.


Los Stuka ya sobrevolaban a sus anchas el campamento británico. ¡La victoría era alemana! El Fuhrer estaría orgulloso de la DAK
 
El campo sembrada de ferralla ingles
Para más INRI la infantería alemana estaba intacta. Sólo se había perdido un 88, 3 pak 38 y 7 Panzer II. Los italianos perdieron media compañía de infantería con algunos cañones y dos o tres vehículos ligeros. En el turno 9 quedaba en pie más de media división Panzer, un 88, un pak 38, dos compañías de infantería alemana, la totalidad de cañones pesados y artillería italiana, media compañía de la Ariete y más de 14 blindados italianos. Los británicos habían perdido la totalidad de sus blindados (TODOS), todos sus anticarro, toda la infantería hindú excepto tres peanas y todos los cañones del Box defendido por las Ratas del Desierto. La artillería estaba a merced de los tanques alemanes. Casi la totalidad de tropas británicas habían sido destruidas mientras que el Africakorps y la Ariete estaban casi intactos.

23:59 Los generales ingleses se acordarían toda su vida del error de no haber usado su artillería para silenciar los 88 y hostigar los paks alemanes. Estos cañones con la colaboración italiana frenaron por si solos el aluvión de acorazados británicos. Repetiremos el escenario. Los británicos tienen derecho a revancha. Muy interesante la guerra en el desierto, recomiendo probarla. Tras la partida me siento tentado de hacerme una lista de este periodo. Los italianos me sorprendieron muchísimo, nunca dirían que tuviesen tantas cosas interesantes.






jueves, 22 de marzo de 2012

Enterprise Dreadnought, el infierno de fuego de las FSA


El Dreadnought
¡Ésto marcha camaradas! El ejército de Dystopian ya está casi terminado. Hoy he finiquitado el super acorazado Enterprise, y sin duda, es la miniatura que más me gusta de todo el ejército. Sobra decir que he usado el mismo esquema de siempre. Todo aderezado con Army Painter. El proceso de pintado me ha ocupado tres horas. ¡No os engaño! Sólo tres horas... bueno quizá cuatro. Rapidez y buen resultado. Sin pretensiones de concurso ni niveles pro... simplemente que resulten en la mesa. Además, ya se sabe la premisa... Las tropas con aspecto reluciente -que no han saboreado el gusto del campo de batalla- suelen caer miserablemente rápido.

Esta noche dejaré los Springfields y los Zepelín Lee con todo lo básico hecho -capa verde, marrón y tintas- para darles el toque final mañana por la mañana. Finalmente no me dará tiempo a llevar todo lo que tengo a la megapartida que mañana jugaremos en el Club. Quedan pendientes los robots John Henry y la caja de ejército de tierra. La semana que viene serán pasto de mis pinceles. El Savannah Sky Fortess, los Guilford, los mini robots, y los elementos de escenografía llegarán en refuerzo a partir del 4 de abril. Así que os presentaré formalmente a todo mi ejército por esas fechas con un megareportaje fotográfico de familia.

Un saludo y gracias a todos los que seguís lo que publico en este, nuestro rinconcito.





miércoles, 21 de marzo de 2012

Los Cien Mil Hijos de San Luis

Luis XVIII
El Parlamento francés esperaba el discurso del monarca Luis XVIII. “Cien mil franceses están dispuestos a marchar invocando el nombre de san Luis para conservar en el trono de España a un Borbón, para preservar ese hermoso reino de su ruina y reconciliarlo con Europa. En 1823 las potencias de la Santa Alianza aprobaron la intervención en la península ibérica de un ejército de invasión francés con la misión de acabar con el gobierno liberal y devolver el trono a Fernando VII.

En 1820, Riego instauró el Trienio Liberal. Este régimen, junto a la Pepa (Constitución de Cádiz de 1812), supuso un revés para las monarquías absolutas que mantenían su hegemonía en Europa tras vencer a Napoleón. Desde el primer momento fue obvio que no permitirían que este sistema prosperase ni, mucho menos, que se expandiese por el resto del continente. El Zar Alejandro I intentó acabar con el gobierno de Riego en los congresos de Troppau y Laibach (1820 y 1821) pero su iniciativa no tuvo éxito gracias a la oposición firme de Inglaterra. El ministro Castlereagh se oponía a la intervención de un país si éste no amenazaba la seguridad del resto.

Los absolutistas europeos no desistieron. Francia estaba más interesada que nadie en acabar con un régimen que podía propagarse por su territorio e insistió constantemente en la necesidad de una intervención. Será en el congreso de Verona (1822) cuando la petición prospere recibiendo con celeridad el apoyo de Prusia, Austria y Rusia. Inglaterra se negó a participar pero no se opuso a que la invasión se realizase siempre y cuando los invasores abandonasen el territorio una vez conseguido el objetivo. Cualquier intento de anexión, dominio permanente o apropiación de colonias sería considerado acto de guerra por los ingleses. Así se dio vía libre a los preparativos para acabar con el régimen de Riego.


El recuerdo de la Guerra del Francés seguía aún muy presente entre los galos. Las heridas de la derrota napoleónica aún supuraban y se temía que la nueva invasión levantase en armas a la población que se sumaría a la oposición del ejército por medio de una durísima guerra de guerrillas. Aunque finalmente, la necesidad del ejército francés de congratularse con las potencias absolutistas, tras el periodo napoleónico, prevaleció frente a los recelos. Francia necesitaba recuperar su prestigio militar y esta campaña era una excelente oportunidad.  

El duque de Angulema
Luis XVIII puso a su sobrino, Luis Alfonso de Artois duque de Angulema, al frente de las operaciones. Los preparativos comenzaron ya en 1822 con el objetivo de organizar una invasión eficaz que minimizase el impacto sobre la población civil. Tras la derrota de Napoleón se habían introducido una serie de cambios en la organización del ejército revolucionario para adecuarlo a las exigencias de la nueva era.

Se había purgado a la oficialidad; ésta se compuso exclusivamente de veteranos y profesionales. La cadena de mando era muy eficaz. Las tropas estaban bien entrenadas y equipadas. Y se logró preparar una fuerza de 90000 infantes y 20000 jinetes apoyados por 108 piezas de artillería. También se sumaron a la expedición las flotas del Mediterráneo y el Atlántico. Para evitar los saqueos y agresiones sobre la población se aprontó una gran cantidad de fondos en efectivo. Unos agentes acompañarían al ejército y comprarían los suministros sobre el terreno, a proveedores autóctonos, pagando con dinero contante y sonante.

Además, se dio una importancia capital a las pautas de comportamiento de la tropa. Los agentes vigilarían en todo momento que, éste, fuese ejemplar de la misma manera que la imagen. Estas medidas tuvieron un rotundo éxito. Tanto que la población recibía a los franceses como auténticos libertadores. La estampa del soldado francés de elegante uniforme y excelente comportamiento dio pie al dicho popular “eres más bonito que un San Luis”.

El gobierno liberal español esperaba la invasión de un momento a otro pero por muchos motivos no fue capaz de preparar una defensa eficaz. Era necesario reclutar un ejército casi desde cero. Las guerras de independencia de las colonias americanas obligaban a enviar los soldados más experimentados y el mejor equipo para defender el Imperio. Así pues, no hubo más remedio que recurrir a una leva de 30000 hombres, suspender las licencias y llamar de nuevo a filas a los cumplidos de servicio.


El ejército se organizó en dos cuerpos de operaciones: uno al mando de Espoz y Mina, con el objetivo de defender la frontera catalana, y otro al mando de Ballesteros que debía proteger Navarra y Aragón. Este grueso se apoyó con dos cuerpos de Reserva: el primero en Castilla la Nueva y Extremadura al mando de La Bisbal y el otro en Castilla la Vieja, Galicia y Asturias dirigido por Morillo. En Andalucía se formó un quinto ejército comandado por Villacampa.

La preparación fue nefasta. Los generales y los altos oficiales estaban más preocupados por incidir en la vida política que por estructurar una campaña eficaz. La mala preparación y la falta de equipamiento hicieron el resto. No todo fue culpa de la oficialidad. Su actitud influyó; pero también el hecho de que en ningún momento dirigieron unas tropas capacitadas para enfrentarse a los franceses de tú a tú. La única esperanza era el alzamiento popular pero las gentes del país no estaban por la labor de defender un gobierno liberal que no entendían y que tampoco había aliviado su situación.

A todos estos contratiempos se añadió el notable aumento de la actividad de las partidas absolutistas que actuaron como quinta columna. Estas Partidas de la Fe se animaron ante la perspectiva de una invasión francesa y se pusieron a la vanguardia de las tropas de la Santa Alianza en cuanto estas pisaron territorio español. Los preparativos para la defensa fueron demasiado lentos. Cuando el ejército francés comenzó la invasión, de los 120000 hombres previstos sólo se habían logrado movilizar un tercio.

Espoz y Mina disponía del ejército más poderoso. 25000 hombres que no pudieron actuar fuera de Cataluña debido a la actividad de los realistas y a la invasión de un ejército francés. Aún así, fue en Cataluña donde “se refugio el honor militar de la nación”. Mina optó por una táctica defensiva –quizá no la más adecuada teniendo en cuenta la potencia de sus fuerzas- consistente en resistir al invasor bien fortificado en las principales plazas mientras hostigaba al enemigo con una fuerza móvil. Lo cierto es que para bien o para mal, esta estrategia paralizó a los invasores en Cataluña. Ciudades como Barcelona cayeron mucho después de que el gobierno liberal capitulase.

Espoz y Mina
Ballesteros tenía más hombres bajo su mando, 35000, pero estaban muy dispersos y desorganizados desplegados en un frente muy extenso. Teniendo en cuenta que recibieron el ataque del grueso francés (Los Cien Mil Hijos de San Luis) no pudieron hacer mucho al respecto, simplemente retirarse. Se ha criticado mucho la decisión de Ballesteros de retroceder hacia Levante dejando expuesta Madrid. Quizá tenía la esperanza de poder unir sus fuerzas a las de Espoz y Mina pero éste hecho tampoco se llegó a dar.

Las reservas no llegaban a los mínimos. Bisbal sólo pudo reunir 10000 hombres y Morillo 3000. El resto de fuerzas de Morillo (unos 12000 hombres) estaban desplegadas en Galicia y Asturias, muy lejos del teatro de operaciones principal, y no pudieron intervenir. Se acabarían uniendo a los franceses cuando se enteraron del secuestro de Fernando VII. El quinto ejército no era más que un nombre pues Villacampa sólo disponía de las guarniciones de Sevilla y Cádiz.

Este ejemplo resume muy bien el panorama militar español. La organización del ejército estipulaba que la caballería debía componerse de 18000 hombres. La realidad era que sólo disponían de 9000 soldados y de 4700 caballos. Y estos desbarajustes podían extrapolarse a todos los estratos militares.

La noche del 7 de abril Angulema cruzó el Bidasoa penetrando en la península. La resistencia militar española fue rápidamente puesta en fuga y obligada a retirarse. Era una ejército con mínima instrucción, escasa moral y que no compartía los ideales liberales por los que les obligaban a luchar.  Al principio el avance era lento pero tras entrar en Zaragoza sin oposición y ser recibidos por la población con los brazos abiertos los franceses aceleraron su avance. Al rebasar la línea del Ebro, el gobierno huyó con el rey a Sevilla. Ballesteros había huido a Levante y las reservas no tenían suficientes efectivos para plantear cualquier intento de resistencia. Toda la mitad norte estaba a merced de los franceses.

El 24 de mayo Angulema entró en Madrid aclamado por el pueblo. Su campaña era un paseo triunfal en el que los conatos de resistencia eran débiles y fácilmente dispersados. La población aclamaba a los galos a la voz de “¡Viva el ejército francés! Y ¡Viva el rey absoluto!”. Tomada la capital se instauró una regencia integrada por consumados partidarios del absolutismo que en seguida iniciaron una gran represión sobre los liberales. La capitulación de Madrid provocó que las Cortes se trasladasen a Cádiz. El rey se negó a hacerlo y lo depusieron alegando un trastorno mental obligándolo por la fuerza a partir hacia la tacita de plata.

Fernando VII
Esta acción acabó con los escasos apoyos del gobierno. Morillo y sus tropas se pasaron al bando francés. Los pocos soldados de La Bisbal fueron vencidos en diversas escaramuzas. Ballesteros arrastró en su huida a un cuerpo de ejército francés que lo persiguió por todo levante. En su avance tomó todas las ciudades a su paso inclusive el último bastión, Granada. Ballesteros se retiró a Jaén donde planto resistencia en Arena de  Campillo.

Fue la única batalla de relevancia y tampoco tuvo una gran envergadura. Los españoles se fortificaron en las montañas donde la caballería quedaba anulada. La defensa estaba muy mal planteada y los franceses tomaron rápidamente los puntos clave. Los españoles sólo resistieron en el castillo. Allí repelieron los asaltos  franceses durante tres días haciendo muchas bajas por fuego de fusilería. Pero controladas las cotas de los alrededores, el castillo fue tomado al asalto al tercer día. Los ejércitos ya operaban de manera descortinada. Ballesteros fue puesto fuera de combate y Mina no podía salir de Cataluña. Sin oposición los franceses sitiaron Cádiz.

La plaza estaba bloqueada por tierra y mar siendo imposible socorrerla por ningún medio. La Milicia Nacional se dispuso a luchar hasta el último hombre pero cuando los franceses tomaron el Trocadero, la ciudad quedó a merced de los bombardeos por tierra y mar. Los defensores acabaron por rendirse. Angulema exigió que las condiciones de paz sólo las trataría con el rey. Las Cortes le liberaron haciéndole firmar una declaración escrita en la que el monarca se comprometía a “un olvido general, completo y absoluto de todo lo pasado”.

Cuando fue puesto en libertad y estuvo al amparo de las tropas francesas, Fernando VII impulsó una brutal represión contra los liberales dando entrada a un nuevo periodo en la historia de España conocido como Década Ominosa (1823-1833). El ejército francés fue recibido con honores y Angulema como un héroe a su llegada a Paris. El prestigio francés había sido restaurado allí donde Napoleón se lo dejó. Chateaubriand dijo de Angulema la siguiente sentencia: “Recorrió de un paso las Españas, y tuvo éxito donde Bonaparte había fracasado, hizo en seis meses lo que aquel no pudo hacer en siete años, ¡Es un verdadero prodigio!”.

Grabado de la batalla de Trocadero
23:59 Angulema hizo una planificación digna de admirar. Es cierto que el ejército español no estaba a la altura por muchos motivos pero el avance francés estuvo muy bien organizado. Todas las tropas avanzaron en bloque dándose apoyo y evitando que algún elemento del ejército quedase aislado para evitar desastres como el de Bailén. La población no se opuso a la invasión sino todo lo contrario. La ausencia de las guerrillas facilitó las cosas a los franceses que se comportaron de una manera modélica. Las comunicaciones y las retaguardias no fueron hostigadas. No hubo emboscadas. Los escasos intentos de batalla no pudieron ni denominarse como tal. Pues el ejército español, mal preparado y desmoralizado, se limitó a retirarse constantemente. Sólo Espoz y Mina mantuvo en jaque a las tropas francesas y a los realistas, pero su decisión de ponerse a la defensiva ha sido muy criticada. Sus tropas eran lo suficientemente poderosas como para haber derrotado a los franceses y sus aliados absolutistas. Quedando libre para apoyar la resistencia en otros sectores. Aún así fue Cataluña el único lugar donde se opuso resistencia al invasor.