Búsqueda rápida

jueves, 26 de abril de 2012

Bueno y Rápido: 1 Fallschirmjägerkompanie (Green Devils)

Fallschirmjäger barnizados y esperando que seque el Quickshade
Como prometí, voy a publicar el tutorial del procedimiento que estoy siguiendo para pintar mi escuadra de paracaidistas alemanes en 28mm para Operation Squad. Debo decir que van a servir como una prueba piloto para el verdadero propósito: Los fallschirmjäger en 15mm para Flames of War que servirán para el proyecto de mesa de juego que algunos miembros del Somatent presentaremos en las Jornadas Alpha Ares 2012. Cuando pinto una miniatura no persigo la perfección, no me interesan los concursos ni tampoco soy un profesional que busque un nivel elevado. Mis metas son: velocidad y resultado óptimo visual a distancias reales de juego. Por eso no pretendo ni quiero dar lecciones a nadie, simplemente compartir el proceso de mi trabajo y el resultado. Quizá haya más personas que busquen lo mismo que yo y a las que este modesto tutorial les resulte útil.

El esquema cromático es el del 1 de Fallschirmjäger que combatieron en todos los frentes durante la guerra. Fueron la punta de lanza de las operaciones de conquista alemanas. Operaciones como la toma de Eben Mael, la invasión de Grecia y Creta, el asedio a Leningrado, su papel en la invasión de Francia, Bélgica y Holanda y su defensa encarnizada en Italia y Montecassino les han hecho pasar a la historia como una de las mejores (por no decir la mejor) unidades de infantería ligera de toda la guerra.

 

Preparación e imprimación

Trás el spray y la capa de caqui, el blusón está listo para mimetizar
- Se montan los componentes de la miniatura, se retiran las rebabas y las impurezas del molde.
- Se pega la miniatura a la base.
- Se impriman las miniaturas con spray British Armour (o cualquier color similar. También se puede hacer con pincel)
- En caso de que no queráis gastaros dinero en sprays. Comprar uno del chino de color desierto, aplicar y retirar el exceso con un pincel para que no se coma el detalle y luego aplicar una capa de caqui en el blusón.


23:59 Conclusión

A partir de ahora usaré el British Armour en spray. Lo he comprado porque me ahorro tiempo y a la larga me sale más barato. Dura más, no se estropea, tiene mejor calidad y no se come detalles de la miniatura.

Pintado


- Se utiliza un verde de camuflaje intenso y se mezcla con gris alemán hasta obtener un verde agrisado. Yo usé un 40 por ciento de gris y una 60 de verde.
- Hecha la mezcla, se aplica al casco y a los pantalones de la miniatura.
- El siguiente paso es hacer el camuflaje. Se usa un marrón normal y se llena el blusón haciendofiguras geométricas, o manchando sin formas precisas -a vuestra elección-. Yo aposté por los triángulos.

Miniatura con la mezcla de verde en pantalones y casco y los primeros triangulos de camuflaje.
- Se deben dejar huecos con el color de base del blusón de salto.
- Ahora se hace lo mismo que antes pero con un verde de camuflaje que simule la vegetación. Igual: figuras geométricas o manchar.
La base mimética acabada. El verde no se aprecia pero quedará fantástico con el Quickshade.. Si fuese más óscuro el resultado final sería peor.
- Es el momento de dar una color base a los detalles: negro para botas y correas, gris para bolsa, marrón oscuro para los bolsillos de munición y ocre para las bolsas más pequeñas.
- Para el arma se usa marrón terracota para la madera y metalizado acero para las partes metálicas.
- Para acabar se usa el Bleached Bone de GW para los pañuelos y braga de la cabeza, color carne y amarillo para el cabello. (si queréis alemanes pelirrojos, morenos o castaños... actuad en consecuencia...yo he optado por pintar arios.

Pintado básico acabado


Decoración y acabado


- Se mezcla arena, césped ferroviario y piedrecitas todo en una caja
- Cola blanca a la peana y se sumerje la peana en la mezcla hasta que quede bien cubierta.
- Se le da a la miniatura una capa de Quickshade.
- Y por último una capa de barniz mate en spray (o con pincel como prefiráis).

Con peana decorada. Ahora el Quickshade y el Barniz marcarán la diferencia

23:59 Conclusión

-Con éste procedimiento pinté cuatro miniaturas de 28mm en las dos horas que duró el Madrid-Chelsea y si no hubiese estado mirando a ratos el partido hubiese acabado antes.

- Tendréis una miniatura con un pintado básico y rápido que queda bien a la vista. Además os permitirá aplicar luego los detalles que queráis para aquellos un poco más exigentes. Yo personalmente me quedo aquí y me doy por satisfecho.

- Ahora podéis sacar más luces, o poner las insignias en cascos y uniformes. Yo no lo considero necesario... pero la base ya la tenéis.

Resultado final... Óptimo y poco tiempo invertido














miércoles, 25 de abril de 2012

Los Green Devils ya están aquí

Hola a todos,

Green Devils
Tengo el placer de presentaros la primera hornada de fallschirmjager (paracaidistas alemanes de la Segunda Guerra Mundial) que estoy preparando para Operatio Squad, un juego de escaramuzas para miniaturas de 28 mm. Estoy preparando un tutorial de pintado para esta infantería de élite alemana. Peor equipados que las archi famosas divisiones SS, éstos espléndidos soldados salvaron la papeleta bélica en muchas ocasiones y fueron siempre la punta de lanza de la blietzkrieg alemana. Lanzados sobre terreno enemigo su misión consistía en realizar operaciones de asalto contra objetivos capitales: puentes, aeropuertos, fortines...Pese a las graves pérdidas que sufrieron estas tropas aerotransportadas, siempre lograban su objetivo.

Tras la invasión de Creta y el alto índice de mortalidad de la operación, Hitler decidió suspender todas las operaciones aerotransportadas pero eso no significó el fin de los fallschirmjager pues fueron integrados como unidades de élite dentro de la Wehrmacht y otras secciones del ejército alemán. También se mantuvieron sus propias formaciones, fallschirmjagerkompanie, que combatieron ferozmente durante toda la guerra y en todos los frentes. Cualquier aliado sentía respeto por éstas tropas veteranas y curtidas y sabían a lo que se exponían cuando estos demonios defendían una posición. Su veteranía y su moral de acero les hacían aguantar lo inimaginable.

Durante toda la guerra dejaron su huella y mostraron su valía en las ofensivas alemanas pero también su capacidad defensiva en los peores momentos. Montecasino o Arhem son dos claros ejemplos. Reconozco que mi ejército favorito es el soviético, pero siempre me han encantado estas unidades de élite que quizá han quedado un poco eclipsadas por otras unidades como las famosas SS. Los fallschirmjager serán mi lista alemana tanto para Flames como para Operation Squad y creo que me van a dar muchas alegrías cuando sepa jugar con ellos.

El tutorial que estoy preparando no va dirigido a profesionales, ni espectativas de concurso. Mis objetivos son otros. Yo busco un resultado óptimo a costa del menor tiempo posible de trabajo... y para eso me devano los sesos. Múltiples hobis y actividades hacen que ésto no pueda ser de otra manera. Sin más dilación os dejo unas imágenes de los primeros paracaidistas ya acabados. El esquema de pintado intenta recrear la indumentaria del 1 fallschirmjager (que peleó durante toda la guerra en todos los frentes) y el 6 fallschirmjager (Green Devils famosos por la defensa de Italia).Me gustaría ponerles el águila en el casco y estoy buscando algún tipo de adhesivo que se adapta a mis necesidades... pero por ahora la cosa quedará más o menos así:








lunes, 23 de abril de 2012

Ruta por la Cresta del Esquerders

La fuente cercana al monasterio, rodeada de castaños
Me congratula compartir con vosotros una ruta preciosa que llevaba tiempo intentando hacer. No me esperaba que el paque natural de l'Albera fue tan bonito. El día en general mereció la pena. Se trata de una excursión bien señalizada por un terreno irregular y duro que transcurre por caminos estrechos y rodeados de vegetación. Se recomienda el uso de bastones o el cayado de toda la vida. También es recomendable llevar una mochila para transportar agua y frutos secos para coger energía. La primera parte es todo subida y el final desde el Coll de Dophines hasta el punto de inicio de los Esquerders se puede hacer especialmente duro. A partir de aquí simplemente toca disfrutar de las vistas y el paisaje.

Recomiendo llevar un calzado adecuado para montaña y a ser posible que nos proteja los tobillos. El camino es fácil de seguir pero el terreno es escarpado, muy rocoso. Es fácil tropezar o apoyar mal el pie y sufrir una lesión así que el tramo desde Dophines a Pallerols recomiendo hacerlo con tranquilidad dando cada paso con seguridad. Es ideal llevar guantes pues habrá momentos que deberemos ayudarnos de las manos para trepar por las rocas. En la zona de los Esquerders, los bastones de trequin pueden ser más una carga que una ayuda. Yo he estado más seguro con la ayuda de mis manos así que decidí guardarlos en la mochila. Irán muy bien al principio y al final así que no los descartéis por completo. La gorra nunca viene mal ni tampoco un cortavientos o alguna prenda de abrigo. En la parte más alta pega con fuerza.

Como llegar

Fácil! AP 7. Saldréis a la altura de Figueres y luego sólo tenéis que seguir las indicaciones hacia Garriguelles, Rabos y Vilamaniscle. Una vez en Vilamaniscle seguir las indicaciones hacia el monasterio de Sant Quirze de Colera; al que se llega por un camino de tierra bien acondicionado. Dejamos el coche frente al restaurante y nos deleitamos con el imponente monasterio benedictino de Sant Quirze de Colera del que os dejo un enlace para que os informéis sobre su historia.

Una bonita perspectiva de Sant Quirze de Colera


El restaurante invita a sentarse y disfrutar de un buen almuerzo de cuchillo y tenedor pero es preferible hacer la ruta pronto para acabar cuanto antes y evitar a los molestos insectos que en esta época son abundantes y pesados. Cuando estemos de vuelta podremos recrearnos y llenar el estómago os lo habréis ganado.

La ruta

Comenzamos la ruta desde la parte trasera del monasterio. Si nos fijamos veremos un cartel que señala hacia una fuente y al fondo, un pequeño puente de madera cruza el torrente del Perdiguer. Lo tomamos y subimos por una especie de escalones hasta llegar a una bonita fuente rodeada de castaños. Desde ahí continuamos ascendiendo hasta que a pocos metros encontremos una bifurcación señalizada. Este punto es el inicio y el final de la ruta. Tomaremos el camino de la derecho para subir al Coll de les Dophines de 430 metros.

Seguid la indicación y cruzad el pequeño puente

El paisaje es precioso, se nota que estamos en la puerta del Pirineo

Seguiremos el camino dejando la fuente a la izquierda

Iniciamos la ruta tomando la bifurcación de la derecha hacia el Coll de Dophines
Debo recordar que toda la parte inicial es de ascensión así que preparaos para estar la primera hora y pico subiendo. La parte que más se puede atragantar es la final aunque no es difícil si tenéis un mínimo de forma. Continuamos siguiendo un camino bien definido e ignoramos los posibles desvíos. Para ir con seguridad seguid siempre las marcas amarillas con las que está señalizada la ruta. Son abundantes y visibles así que no habrá problema. Después de unos diez minutos llegaréis a una encrucijada. Al frente deberiais ver un cartel de advertencia de peligro (abejas), el camino de la derecha nos lleva a Instcultures donde podréis ver algunos grabados pero a nosotros nos interesa seguir subiendo por el camino de la izquierda. Hay carteles por toda la ruta pero a veces están caídos o en mal estado por eso recomiendo seguir las marcas de senderismo amarillas y los montones de piedras apiladas.

Aquí está la encrucijada, al fondo en amarillo el cartel de peligro.

Un cartel caído señala la encrucijada. Este es el camino de la izquierda, el bueno y el que os llevará al Coll de Dophines que se puede ver al fondo a lo lejos

Camino de la izquerda que va a Instcultures. Tomadlo si os pica la curiosidad pero luego deberéis volver y seguir por la izquierda.
Seguimos subiendo y al cabo de unos 500 o 600 metros llegamos a un pequeño replano. El camino bueno es el pequeño sendero que tenemos en frente nada más llegar. Olvidad el camino de la izquierda y tomaros un rato para disfrutar de las vistas y las panorámicas. Haced fotos porque veréis al fondo toda la bahía de Rosas y el Montgrí. Aprovechad porque se acabó el camino ancho y bueno. Ahora toca subir por terreno irregular y predregoso hasta el Coll de Dophines al que llegaremos tras 15 o 20 minutos de ascensión. Una vez arriba el camino de la derecha os lleva, tras una cuesta de 50 metros, a una cima desde donde podréis recrearos con las vistas. El camino de la izquierda, marcado con una pila de piedras, os lleva al inicio de la Cresta de los Esquerders. Bebed agua y apretaos los machos porque el sendero es estrecho, pica para arriba con buena pendiente y es fácil tropezar con la vegetación y las piedras... Los bastones aquí sobran, guardadlos y caminad con calma. Esta parte se puede hacer dura. Pero el llegar arriba lo compensará con creces os lo aseguro.

Ese estrecho sendero que se vé al fondo es el que hay que tomar

Coll de les Dophines, si subis fliparéis con las vistas

El camino de la izquierda es el bueno. Seguimos subiendo otros 15 minutos. Calma y buen paso y llegaréis arriba sin sobre saltos. El sendero es estrecho y es fácil tropezar o pisar mal. La clave es sin prisa pero sin pausa.
El punto más alto, ¡Lo habéis conseguido! sentaos en el montón de rocas y sacad las fotos que queráis os lo habéis ganado. Tomad aire y bebed y disfrutad de la sensación del viento y de la calma de la cima. A partir de aquí seguiremos por la cresta de los Esquerders. Tendréis que ir remontando los picos que os separan del Coll de Pallerols. Esta parte  es un terreno rompepiernas con pequeñas subidas y bajadas. Todo rocoso y terreno difícil en el que os deberéis ayudar de las manos para trepar por las rocas hasta las cimas. Es si cabe la parte más técnica pero que no requiere de ninguna dificultad. Simplemente precaución al poner los pies. Algunas rocas están flojas y si vamos distraidos es fácil hacernos daño. Esta parte es tan divertida y bonita que no notaremos el esfuerzo. Cuando nos demos cuenta la habremos atravesado y estaremos en el Coll de Pallerols. Disfrutad, es breve y merece la pena. Seguid atentos las marcas amarillas es difícil pero os podéis desorientar.

De ahí abajo venimos

Disfrutad

Seguimos por la Cresta, siempre siguiendo las marcas amarillas

Tras el último peñón está el Coll de Pallerols

Las cadenas marcan el camino

¡Vamos un último esfuerzo!
Sin darnos cuenta llegamos al Coll de Pallerols, el cartel nos marca las direcciones. En las montañas del fondo vamos hacia Port Bou y las que nos quedan en frente pertenecen a Francia. Yo personalmente prefiero seguir un tiempo en España así que recomiendo iniciar el descenso hacia Sant Quirze de Colera. Por hoy ya está bien. En 40 minutos llegaremos al punto de partida. Ahora seguro que vuestro estómago agradece un buen almuerzo o comida en el restaurante colindante al monasterio. Lo digo por el olorcito a brasa que invita a sentarse.


Hacia Port Bou

Tras esas montañas está Francia

Por aquí descendemos


En cuarenta minutos estaremos abajo. Es hora de hidratarse y comer bien. Si venis en verano una escapada a la playa de Rosas sería el colofón final para un excelente día.
23:59 Espero os guste la ruta. Seguro que os sorprenderá. No recomiendo hacerla con niños. No es que no puedan simplemente hay mejores caminos para hacerlos con ellos. Se trata de evitar riesgos. Gracias y hasta la próxima.

Furia de Titanes

A veces, en Alpha Ares no nos apetece jugar con miniaturas (raro, pero en ocasiones pasa), es en esos momentos cuando echamos mano del arsenal de juegos de tablero de Pedro. Este viernes jugamos una estupenda partida a un genial juego que recomiendo encarecidamente tener en todos los hogares: se trata de Cyclades. El leitmotiv es que la facción que controlas logre crear dos metrópolis. El que consigue esto, gana. Lo bueno es que se puede conseguir de muchas maneras distintas: conquistando con tus ejércitos de hoplitas y las flotas, jugando la astucia y apostando por la filosofía y amasando una gran fortuna que te permita comprar lo que otros consiguen con esfuerzo. Si a todo esto le sumamos que el juego logra sacar los instintos más bajos del ser humano pues ya tenemos la mezcla perfecta para echarnos unas risas.

Primera partida


Anna llena sus islas de espartanos
Cada jugador apostó por una estrategia. Juan se limitó a apostar por Atenea y rápidamente consiguió su primera metrópolis. Jaume si hizo adorador de Poseidón y sembró los oceános de flotas piratas que cortaron el suministro de todas las naciones. Sergio se limitó a pagar hoplitas y convertir sus islas en un fortín. Yo me hice fan de y me dediqué a acumular pasta (buena estrategia pero que por capricho de los dioses no funcionó) y Anna se limitó a hacer lo que debía: jugar sus armas de mujer y sin llamar mucho la atención fue comprando un poquito de aquí y un poquito de allá.

En el turno 5 cuando todos empezamos a apostar fuerte, Anna dió un golpe en la masa y en una jugada que nos dejó a todos boquiabiertos se hizo con la victoria construyendo su segunda metrópolis a base de Sófocles y Platones, o sea de filósofos (cuatro filósofos conceden una metrópolis) La otra la había conseguido comprando el edificio caracterísitico de cada divinidad. Nos quedamos todos mudos y rápidamente salió el orgullo masculino (si es que no nos gusta perder jejeje) y pedimos la revancha. Anna no quería pero al final la medio animamos y accedió a concedernos nuestro capricho.

Segunda partida


Despliegue inicial
Ahora ya estábamos prevenidos de que había que vigilar a Anna así que básicamente comenzó el segundo round que acabo siendo vibrante. Juan siguió a lo suyo, primera metrópolis a base de filósofos y luego se limitó a proteger sus islas con tropas y dejando una flota que le permitiría una invasión que sería determinante.

Jaume siguió con su particular relación con Poseidón y puso sus piratas a hostigar mis islas así que me obligó a apostar fuerte por Poseidón para paralizar su estrategia... lo conseguí pero me impidió centrar mi atención en otros menesteres que resultaron capitales en el momento determinante de la partida. Esta apuesta para impedir que Jaume conquistase mi metrópolis me obligó a gastar unos preciosos recursos.

Sergio a lo suyo... no había visto tanto hoplita junto en una isla. Construyó su metrópolis a base de comprar edificios de cada divinidad y luego se limitó a comprar tropas y titanes que facilitasen la defensa de posibles invasiones mientras invertía en filósofos. Estuvo a punto de ganar... suerte que no vió que la clave era adorar a uno de los titanes que estaban en juego y que permitía robar un filósofo a otro jugador. Esto le hubiese permitido juntar cuatro y ganarnos de un plumazo. No se dió cuenta y luego se tiró de los pelos cuando se lo dijimos.
Sergio satisfecho tras dejar a Anna con un palmo de narices. Anna había comprado el grifo que te permite quitarle la mitad de la fortuna al oponente elegido. Resultó que Sergio no tenía un chavo y por tanto Anna no consiguió ni un duro con aquella jugada rastrera XD

Yo decidí pasar a la acción. En vista a que en esta ocasión mi técnica capitalista no me había dado resultado... decidí apostar de entrada por crear una metrópolis a base de edificios de divinidad (cosa que conseguí) y luego dedicarme a comprar filósofos, mientras me defendía de las intenciones libinidosas de Jaume y sus piratas. Mi baza estaba en Atenea y, evidientemente no me dejaron ni olerla.

Anna se había propuesto demostrar que mi táctica de la primera partida era buena y acabó amasando una fortuna. Cuando decidió ponerse a jugar fue para fastidiarme la partida haciendo una ofrenda por Atenea imposible de superar. Arrrgh que rabia. Sobra decir que rápidamente usó su abundante capital para construir una metrópolis y comprar todo lo necesario para tener a tiro la segunda.

Llegamos a un punto en el que cualquiera podía ganar la partida y de nuevo los titanes fueron determinantesAl principio del turno 9 salió la Quimera y a todos nos saltaron los ojos de las órbitas sabiendo lo que eso significaba. Este titán permite escoger cualquier otro titán de los ya descartados. La apuesta a la divinidad y el orden de ejecutar el turno sería determinante. Anna usó su enorme fortuna para impedir que yo consiguiese a Atenea, dejándome sin opciones. Jaume tampoco tenía muchas y entre Juan y Sergio (que se disputaban a Ares para construir más tropas) le casi obligaron a contentarse con Zeus. Finalmente Juan ganó el control de Ares y Sergio se quedó con Poseidón.

El combate decisivo. Anna contra Juan, Juan contra Anna. El que ganase aquel combate ganaría el juego. En rojo los espartanos de Anna. Amarillos los tebanos de Juan. ¡A la carga!
Anna jugó su golpe maestro. Compró la Quimera y llamó a Pegaso que le permitía transportar tropas de una isla a cualquier otra sin necesidad de apoyo de la flota. Así que puso a todas sus unidades en mi isla principal conquistando mi metrópolis y dándole el control de dos. Si lograba mantener ambas plazas hasta el final del turno volvería a ganar. Y parecía que ya tenía la partida en la mano hasta que apareció Juan y sus hoplitas. Éste construyó un gran ejército y usó su cadena de barcos para invadir una de las islas de Anna. El combate de hoplitas fue antológico y, contra pronóstico, Juan ganó haciendo perder una polis a Anna y controlando él dos. El resto de jugadores ya no teniamos ninguna opción y Juan se alzó con la victoria.

El combate final. Los amarillos, tocados por el favor de Ares, se van imponiendo poco a poco sobre los aguerridos espartanos
23:59 Impresionante este juego, cada vez me gusta más. Tenemos que plantearnos el comprar la expansión






viernes, 20 de abril de 2012

LAS GUERRAS MÉDICAS II


Una victoria definitiva: segunda guerra médica


Maratón supuso un duro revés para los persas. Su ejército fue vencido y su armada debió desistir de atacar Atenas. Las tropas de Darío huyeron a Asia con el rabo entre las piernas. El Gran Rey murió poco tiempo después y su sucesor Jerjes recogería el guante; la victoria griega pesaba como una losa que aplastaba el orgullo del imperio más poderoso de la época. Jerjes decidió sacarse aquella espina clavada y preparó un ejército y una armada de proporciones nunca vistas con la intención de dominar todo el mundo griego.

Leónidas, rey de Esparta
Las cifras que proporcionan las fuentes clásicas, sobre todo Herodoto, son muy poco fiables y poco objetivas. Los dos millones de soldados y 1200 barcos son poco menos que una ilusión; aunque una cosa si es cierta: el ejército persa debió ser imponente. La cifra real rondaría los 140000 combatientes que contarían con el apoyo de unos 500 barcos. Con estas fuerzas atravesó Jerjes –que en esta ocasión marchaba al frente de sus huestes- el paso de los Dardanelos. Las huestes persas avanzaban siguiendo la costa para recibir en todo momento el apoyo de su flota. Durante su marcha, muchas ciudades helenas se pasaron a la causa persa temerosas de enfrentarse a aquel ejército enorme.

Los griegos decidieron replegarse desde Tempe. Esta retirada influyó también a que muchos helenos abrazasen o se sometiesen al Persa. Finalmente Leónidas, uno de los reyes lacedemonios, al frente de un contingente griego de 10000 hombres – 3000 hoplitas y unos 7000 auxiliares- decidió hacerse fuerte en el paso de Termópilas; un angosto cañón de paso obligado para penetrar en Grecia. Al ver la enorme superioridad numérica del enemigo, los contingentes peloponesios sugirieron retirarse hasta el estrecho de Corinto donde podrían armar una defensa empleando todos sus recursos militares.

Se impuso el criterio de Leónidas. Éste consideraba que una nueva retirada dejaría en manos de los persas una gran cantidad de pueblos helenos que podrían llegar a ser aliados potenciales. La decisión del rey espartiata quizá fuese temeraria pero también es cierto que las consecuencias fueron determinantes para los griegos. Era necesario frenar el avance persa, ganar tiempo y probar la fuerza de sus armas; la posición escogida era la mejor posible. Los griegos contaban además con el apoyo de una flota y tuvieron tiempo de levantar el muro focidio que cercaba el paso. Cuando llegaron los persas, la posición estaba muy bien defendida y sólo la traición salvó la vida de muchos invasores.

Termópilas


Cuando Jerjes llegó al paso de las Termópilas descubrió en seguida la posición de los defensores y mandó exploradores para que informasen de los detalles. Los espartanos y sus aliados griegos estaban lavándose. Cuenta Herodoto que ante la visión de la enorme horda persa un tracio le dijo a un general espartano que “los persas eran tantos que tapaban el sol con sus andanadas de flechas”; a esto respondió el lacedemonio “¡Mejor! Así podremos luchar a la sombra”. Los exploradores observaron las defensas, el número y la actitud "disoluta" de los defensores; y regresaron al campamento persa para informar a Jerjes. Una vez bien acicalados, los hoplitas griegos formaron sus falanges y los auxiliares se prepararon para la batalla.

Termópilas era un desfiladero estrecho que unía Tesalia con Lócrida y, también, la única entrada a Grecia por el nordeste. Su nombre significa puertas calientes, debido a que era una zona termal. El balneario quedó destruido después de la batalla. El paso tenía unos 800 metros de anchura y una longitud de 2 Km., pero en el extremo oriental el ancho era tan sólo de 15 metros. Jerjes, al recibir las informaciones de sus exploradores, desprecio a los defensores por su “conducta indecorosa” –se bañaban ante la vista del enemigo- y por su escaso número -comparado con el enorme tamaño del contingente persa-. Envíó una hueste armada al grito de “¡Traédmelos!”
Movimientos de la flota y ejército persa durante la segunda guerra médica

El rey persa no había aprendido nada de la primera guerra. Aquellos hoplitas estaban mejor entrenados y equipados que la mayoría de su heterogénea horda. Sus hoplón y las lanzas largas les daban ventaja. El contingente medo se lanzó sobre las posiciones griegas. Los hoplitas esperaban parapetados tras el muro focidio y en los primeros instantes del choque la vanguardia persa quedó ensartada en las lanzas helenas. Los cuchillos, los escudos de esparto y los arcos de nada servían ante aquellas inexpugnables formaciones cerradas que además, debido al lugar escogido, eran imposibles de flanquear. Los persas demostraron su valor durante toda la jornada. Nuevas tropas asaltaban las posiciones griegas y una vez tras otra eran repelidas con grandes pérdidas aún así no cejaron en su empeño.

Ante aquel desastre, Jerjes, decidió dar la orden de avanzar a la élite de su ejército: Los Inmortales –un cuerpo de 10000 hombres que recibía su nombre porque cualquier baja era inmediatamente repuesta por un nuevo recluta siendo inamovible el número de integrantes de la formación-. La fama de estas tropas les precedía pero durante aquella jornada muchos de ellos probaron el sabor de la muerte. Los Inmortales se lanzaron al asalto sobre las posiciones griegas, pero sus lanzas cortas no eran rival para los hoplitas. Las grebas, el casco, la coraza y el escudo no dejaban resquicio alguno. Los persas combatieron con arrojo pero al final sus bajas fueron tantas que debieron retroceder. El golpe moral fue devastador.

Por la noche, Leónidas fue informado de la existencia de la senda Anopea –un camino de montaña que permitía rodear el paso hasta la otra entrada- y éste decidió enviar a mil soldados foceos para proteger aquel punto débil. Al alba, el ejército persa estaba paralizado en aquel paraje. Durante el segundo día armó un contingente con lo mejor de todos los pueblos que integraban su ejército y los lanzó contra los griegos bajo la premisa de que si retrocedían serían ejecutados. Jerjes pensaba que el cansancio haría mella entre los defensores pero no fue así. La élite persa se batió con arrojo pero sucumbió ante la destreza y la táctica griega.

Plano de las Termopilas y la Senda Anopea
Los persas caían repetidamente en las estrategias helenas. La más común consistía en romper la falange y simular una retirada. Los persas se lanzaban en persecución y quedaban desordenados. En ese momento los hoplitas se volvían formando en falange y sorprendían a los desprevenidos perseguidores que sufrían notables pérdidas. Así transcurrió toda la jornada hasta que la moral de los atacantes se rompió. Aunque no todo era negativo para los persas. La flota griega estaba sufriendo graves pérdidas en los combates navales. Pese a que muchos barcos persas se hundieron por una fuerte tormenta, la superioridad era aplastante y la flota griega se hallaba en una situación crítica.

Jerjes también recibió una información que le daría, por fin, la victoria. Efialtes, un traidor, informó a los persas de la existencia de un camino que les conduciría a la retaguardia griega. Sin pensarlo dos veces, Jerjes ordenó a su general Hidarnes que marchase por aquel camino con los Inmortales. Al alba del tercer día atacarían a los griegos desde todos los lados. La guarnición focea se vio desbordada y decidió formar en un promontorio sin darse cuenta de que dejaban el paso libre a los persas. Aún así enviaron emisarios que informaron a Leónidas de los movimientos del enemigo. Hidarnes, al tener el camino libre, dejo un contingente para lidiar con los focenses mientras avanzaba, con el grueso de sus tropas,  por la senda Anopea para llegar a tiempo a la posición convenida.

300


La posición griega era ahora insostenible. Y se optó por la retirada de la mayor parte de peloponesios. Aún así, Leónidas, al frente de un pequeño contingente, decidió defender la posición “tal y como dictan las obligaciones hacia mi patria”. Leónidas se quedó en Termópilas con su escolta personal de 300 hoplitas espartanos y un contingente de unos 1200 hombres (en su mayor parte teaspios y algunos voluntarios tebanos). Tebas se había rendido a los persas y los hoplitas tebanos no tenían patria a la que regresar así que decidieron permanecer en Termópilas, aunque se rendirían a los persas en los primeros compases de la lucha durante el tercer día de resistencia.

Ilustración que refleja el combate de Termópilas
Era aquella una resistencia desesperada que con toda probabilidad se abocaba a un final trágico. Aún así, los griegos no habían dicho su última palabra y los persas recordarían siempre aquella fatídica noche. Cuando las últimas columnas de soldados se alejaban del paso se le sugirió a Leónidas la posibilidad de realizar un ataque frontal al campamento persa durante la noche y asaltar la tienda de Jerjes. La idea conllevaba riesgos pero siendo honestos, era la única posibilidad, aunque exigua, de obtener la victoria. La otra opción era esperar a ser cercados por el enemigo. La situación de la flota de apoyo era muy delicada y Leónidas se debatía entre una última carga en la que tenía muy poco que perder y mucho a ganar; o esperar una muerte segura al amanecer cuando sus tropas fuesen completamente rodeadas por los persas. El rey lacedemonio mandó formar a sus falanges para el ataque. Los persas jamás olvidarían la última carga de los 300.

La última carga de Leónidas


Las tropas griegas encabezadas por los espartanos lanzaron un contragolpe letal que cogió por sorpresa a los persas. Irrumpieron en el campamento persa a sangre y fuego, en formación cerrada y sembrando el terror entre los sorprendidos defensores. El nerviosismo y el caos se apoderaron del campo medo. El ejército de Jerjes, tomado por sorpresa, no podía discernir cuantos enemigos les atacaban. Muchos persas murieron por error a manos de sus compatriotas que no eran capaces de distinguir a amigos de enemigos. Tal era el caos que había provocado la última carga de los 300.

La última resistencia de los 300
Los griegos se abrieron paso hasta la tienda de Jerjes pero éste había sido evacuado por precaución ante los primeros síntomas de combate. Aún así, los persas recibieron un severo correctivo durante toda la noche sin ser capaces de repeler a sus atacantes. Finalmente, las primeras luces del alba permitieron a los generales persas ubicar el número y la posición del enemigo organizando un contra ataque devastador. El propio Leónidas cayó muerto durante el combate y su guardia personal se ganó un lugar en la historia luchando hasta el último hombre alrededor de su rey muerto. El resto del contingente griego, muy castigado, se replegó hacia el paso de Termópilas y formó en erizo para protegerse con sus escudos de la lluvia de flechas que les caía desde todos lados. Hidarnes ya los había rodeado. Los últimos griegos fueron aplastados por una nube de flechas.

Estatua conmemorativa de Leónidas en Termópilas
Lo que debía ser un trámite se convirtió en un auténtico desastre para Jerjes. 20000 almas pagaron los persas por atravesar ese paso por sólo 3000 de los griegos. Al conocer la derrota, la flota se retiró a Salamina dejando el camino libre a los persas para entrar en Grecia. Aún así, aquel golpe fue determinante. Las pérdidas en hombres fueron importantes, pero el golpe moral fue aún peor. ¿Qué pasaría cuando debiesen enfrentarse a miles y miles de hombres como los defensores de Termópilas? La resistencia de Leónidas permitió reorganizarse al ejército griego, dió tiempo para reunir la flota en Salamina –lugar escogido para el combate naval contra los persas- y precipitó que un ejército de 10000 espartanos marchase a la guerra para vengar a su rey.

23:59 Los persas continuaron su avance hacia Grecia con la duda en el corazón. Habían pagado un precio demasiado caro por aquella victoria. Es cierto que el ejército de Jerjes aún era enorme pero la confianza en las propias fuerzas ya no era tan férrea. En la actualidad un monumento conmemora la hazaña de Leónidas y sus 300 en el mismo paso de Termópilas. Aún así, la guerra no había acabado el siguiente episodio será un combate naval que sería definitivo para el conflicto. La flota griega esperaba al enemigo en Salamina.

jueves, 19 de abril de 2012

Robots de ataque John Henry y más fragatas Augusta

Pues si señores! Por fin, un proyecto acabado. Con éste último convoy compuesto por dos John Henry y una unidad de fragatas Augusta que se ha incorporado a la primera flota de la FSA acabo por ahora mi andadura con Dystopian Wars a falta de que me lleguen tres referencias residuales de escenografía. En cuanto tenga todo el arsenal listo haré un reportaje de familia con todas las unidades: algo que ya adelanto, impresiona de lo lindo. Os dejo unas fotillos.

Me encantan los John Henry. Están pintados siguiendo el mismo método de siempre: sencillez y velocidad


Al final la Xibeca siempre tiene que aparecer, si es que.... no se puede disimular lo que a uno le gusta...


martes, 17 de abril de 2012

LAS GUERRAS MÉDICAS


Busto de Milcíades
“Tenemos un régimen político que no emula las leyes de otros pueblos. Más que imitadores, somos un modelo a seguir”. Pericles, el griego más ilustre del siglo V a.c., definía de esta guisa la democracia ateniense; resultado final de un proceso histórico desencadenado por las dos grandes invasiones lanzadas por el imperio persa sobre territorio griego en el 490 y el 480 a. C.

Los conflictos entre griegos y persas tienen su origen en el afán conquistador de Ciro el Grande, fundador de la dinastía aqueménida, que lanzó una campaña para dominar todo el Próximo Oriente. Los griegos se sintieron amenazados ante el avance persa, pues en la costa del Asia Menor se alzaban muchas colonias y ciudades de los helenos. Ciro percibió con celeridad la importancia de controlar estas polis que garantizaban el acceso al mar y eran el lugar idóneo  para lanzar una hipotética campaña de conquista sobre las islas y territorios bañados por el Mediterráneo.

Las ciudades estado de los jonios no osaron poner resistencia y pasaron a ser súbditas del imperio. A los persas les interesaba el tributo en recursos y tropas. A los territorios conquistados se les permitía mantener sus costumbres y cierta autonomía pero las autoridades quedaban sometidas al Sátrapa, gobernador persa, que velaba por recaudar el impuesto.

Darío, rey de Persia
El dominio despótico persa y su afán recaudador provocó un descontento entre las ciudades griegas de Asia Menor, sobre todo Mileto, que azuzado por los atenienses rápidamente desembocó en una revuelta. Éste sería el pretexto que usarían los medos para atacar Grecia. Atenas prestó su apoyo a la ciudad de Mileto que no tardó, con la ayuda de su aliada, en sublevarse contra el dominio persa. Los griegos marcharon sobre Sardes, capital de la Satrapía de Lidia, y la incendiaron. Éste hecho, y las arengas de los gobernantes de Mileto y Atenas, insuflaron valor al resto de ciudades jonias que acabaron por unirse a la insurrección. En el año 499 a.c todos los griegos del Asia Menor se levantaron en armas contra el imperio. La respuesta persa no se hizo esperar y fue contundente.

Darío, ahora Gran Rey, avanzó con su ejército y aplastó a los insurrectos a sangre y fuego. Una importante batalla naval, que acabó en desastre para los intereses griegos, selló el destino de la revuelta. Mileto fue arrasada como escarmiento y Darío juró vengarse de Atenas y los griegos que habían sembrado el germen de la rebelión entre sus súbditos. Se cuenta que Darío, para no olvidar aquella afrenta y mantener vivo el odio contra los griegos, encargó a un criado que todos los días a la hora de comer le repitiese esta frase: “Señor, acuérdate de los atenienses”.

Darío lanza su ofensiva: la primera guerra médica


Los preparativos para la campaña contra los griegos estuvieron prestos entorno al año 490 a. c. Una gran flota, al mando de Datis y Artafernes, conquistó muchas islas del Egeo. Las tropas embarcadas saquearon, mataron e hicieron un gran número de esclavos. Eretria fue arrasada y sus habitantes deportados a Susa, centro neurálgico del imperio persa. Atenas sería el siguiente objetivo y hacia ella se dirigió el grueso del ejército invasor. Con ellos iba Hipias, exiliado ateniense, que esperaba ocupar el poder como recompensa por su apoyo al rey Darío. La gran flota fondeó en la bahía de Maratón desembarcando una gran fuerza de combate. Los atenienses habían previsto este movimiento y habían enviado al grueso de sus falanges a aquel lugar.

Ruta seguida por la flota persa

La batalla de Maratón


Los atenienses estaban en una preocupante inferioridad numérica. Carecían de flota mientras el almirante persa Datis disponía de 200 barcos y una fuerza de combate de 30000 hombres –contando arqueros, infantería y caballería- por 10000 hoplitas atenienses reforzados por unos 600 plateos.

Milcíades, que había servido en el ejército persa en su juventud, conocía todas las estrategias del enemigo y sabía que esperar en Atenas permitiéndole desplegar sus unidades sería un grave error. Por tanto sugirió enfrentarlos en cuanto desembarcasen, aprovechando un terreno difícil que no permitiría al enemigo usar su caballería. En combate cuerpo a cuerpo los griegos eran superiores y estaban mejor equipados por lo que sería más probable que pudiesen paliar con calidad la superioridad numérica del enemigo. La decisión no fue unánime y finalmente Milcíades logró ganarse a Calímaco decantando la balanza hacia su lado y logrando su propósito de ir a enfrentar a los persas. 

Plano de la batalla de Maratón

Los atenienses pudieron escoger el mejor lugar para el despliegue. Lo hicieron en una posición de altura. Una vez preparados dejaron a los persas mover pieza. El tiempo jugaba a favor de los griegos, pues esperaban la llegada del ejército lacedemonio.  Éstos se retrasaron porque debían celebrar un ritual antes de entrar en combate lo que les impedía tomar las armas hasta el plenilunio. Los refuerzos espartanos se retrasarían una semana y llegaron dos días después de finalizados los combates.


El ejército persa desplegó en la llanura con la intención de aprovechar el espacio para usar su poderosa caballería. Milcíades, perro viejo, no lo permitió. Colocó su ejército en un promontorio con los flancos protegidos y se limitó a esperar. El tiempo jugaba a su favor. Los generales persas, al ver que nadie toma la iniciativa y temiendo que los atenienses puedan recibir refuerzos, deciden pasar a la acción. Datis y Artafernes optan por dividir el ejército. La caballería vuelve a ser embarcada y parte rumbo a Atenas con la intención de sitiar la ciudad y provocar que los partidarios de Hipias se subleven desde dentro entregando la plaza. En caso de que la táctica fallase siempre podrían mover las tropas para atacar a los griegos por la retaguardia.


Hoplita
Mucho se ha criticado esta decisión. Es cierto que conllevaba riesgos. Dejar a la infantería persa, peor equipada y entrenada, sola frente a las falanges atenienses quizá fuese una opción temeraria; pero la idea era buena. Los griegos no pensaban moverse de su posición y serían atacados por los persas desde el frente y la retaguardia. La operación se realizó de noche aprovechando que el campamento ateniense estaba tras un promontorio que les impedía controlar la bahía. Maratón se decidió en primera instancia por los informantes. Si los persas tenían traidores griegos de su parte, los atenienses tampoco se quedaron atrás. Algunos guerreros dorios que militaban en las filas de Darío, desertaron e informaron a los griegos del plan persa. Este hecho acabó siendo capital.

Milcíades, al enterarse de que la infantería persa no tenía el apoyo de su caballería, ordenó atacar inmediatamente. Si acababan con el enemigo lo suficientemente rápido los atenienses estarían a tiempo de defender su ciudad. El plan persa se había ido al garete. El 11 de septiembre del año 490 a.c ambos ejércitos se enfrentaron en Maratón.


Las falanges de hoplitas estaban mejor equipadas y preparadas que sus homólogos griegos. Los hoplitas formaban en formaciones cerradas de 8 filas de fondo y avanzaban en formación hasta entrar en contacto con el enemigo. Se trataba de no perder el orden y reducir los resquicios. La falange actuaba como un solo hombre. Con el hoplón (escudo hoplita) se protegía al compañero de la izquierda mientras que con las lanzas se hostigaba al enemigo. La espada  hacía el trabajo en las distancias cortas. Perder el escudo era considerado delito pues se dejaba expuesto a otro soldado. Con esta táctica, un pueblo de número reducido lograba minimizar las bajas. La infantería persa no estaba preparada para batir a este enemigo.


Calímaco dirigía el ejército ateniense. Decidió colocar las falanges con tres filas en el centro y en una línea más extensa debido al ancho de la playa, pero mantuvo la formación de 8 filas de profundidad en los flancos. El general Artafernes situó sus mejores tropas en el centro y dejó que los menos preparados defendiesen los flancos. La idea era aplastar el centro griego para dividir el ejército ateniense en dos y destruir sus alas por separado aprovechando el apoyo de cada ala. Los persas aún no conocían la dureza de las falanges. De los 25000 efectivos persas sólo una cuarta parte eran tropas de calidad y bien equipadas. Sin embargo, los 10000 soldados griegos estaban bien preparados pues parte de su formación como ciudadanos era el entrenamiento en el combate hoplítico.

Batalla de Maratón
El plan griego era simple: aplastar rápidamente las alas medas y copar la élite persa del centro desde los flancos. La línea central, más extensa y vulnerable, situada por Calímaco era la columna vertebral del plan. Debían aguantar al centro persa mientras las alas devastaban los flancos de Artafernes. Calímaco asumió el riesgo de dejar más expuesto el centro para atraer la atención de los mejores efectivos persas; confiaba en que la calidad pudiese contener la cantidad y no se equivocó, pese a que él mismo murió en el combate.


Disposición de las tropas
El principal peligro para las falanges eran los arqueros persas. Calímaco y Milciades dieron la orden de avanzar a la carrera para cubrir rápidamente la distancia que separaba a los ejércitos. Los hoplitas corrían con las lanzas por encima de la cabeza para ensartar a los enemigos en los lugares más desprotegidos: testa y el cuello –bajas seguras-. Los griegos portaban cascos pesados precisamente para hacer frente a este hecho. Aún así, el centro persa aguantó el choque de los hoplitas e incluso les hizo retroceder. Pero las alas no aguantaron ante el ímpetu de los hoplitas que rompieron las líneas persas. Éstos huyeron en desbandada hacia sus botes. La trampa estaba lista.


Las alas griegas se volvieron sobre el centro persa, que estaba dando una buena paliza a los griegos, y se lanzaron al ataque. Copado y hostigado por todos los frentes, la infantería aqueménida sufrió una auténtica carnicería. Artafernes fue vencido. La derrota de Maratón fue dura para los persas. Perdieron a 6400 hombres –sin contar heridos- por sólo 192 griegos. Los atenienses victoriosos mandaron heraldos a la ciudad para evitar que se rindiesen (famosa leyenda de Filípide, el hombre que inventó el Maratón). El ejército de MilciadesCalímaco estaba muerto- marchó sobre Atenas y llegó antes que los persas. Cuando éstos arribaron con sus barcos se encontraron a los hoplitas en perfecta formación. Datis desistió de su plan y se marchó de Grecia.


Éste duro revés trastocó los planes de Darío y convirtió a Atenas en la ciudad líder del mundo heleno. El Gran Rey no pudo consumar su venganza y murió poco tiempo después, pero la derrota de Maratón dolió y mucho. El hijo de Darío, Jerjes no iba a perdonar esta afrenta y comenzó a preparar un ejército enorme, ya no para castigar a Atenas sino con la intención de dominar toda Grecia.


23:59 En la siguiente parte trataremos la segunda guerra médica con sus enfrentamientos más importantes. Si Atenas se alza como estandarte del mundo griego tras Maratón, en la siguiente podremos ver el auge de Esparta y también el poderío naval ateniense que se fraguó como consecuencia de la primera guerra médica.