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sábado, 9 de junio de 2012

Misión: hundir al Trinidad

Este viernes los compañeros del Somatent del Club Alpha Ares de Barcelona jugamos una megapartida de Trafalgar con cuatro almirantes por bando y ocho buques espectaculares. La partida estuvo bastante bien a pesar de que la inexperiencia británica les pasó factura. Como siempre no faltaron las risas. Las cafrerías de los británicos contribuyeron bastante pero la verdad es que la partida se les puso de cara a los españoles no por sus méritos, más bien por nuestros errores que no volveremos a repetir jia, jia...(yo el próximo día juego de español). Cabe decir que yo debería haber estado en el otro bando pero... al final uno tiene hacer de tripas corazón y hacerse británico para igualar la balanza de almirante (no de calidad sino de cantidad jejee). Por lo menos no me tocó jugar de francés porque entonces si que me planto. Víctor y Eustaquio suplicaban por una bandera gabacha.. menos mal que gracias a mi presión apoyado por el aliado danés dió sus frutos y decidimos hacer de británicos... mi bando predilecto era el otro pero uno tiene que jugar a veces donde le toca. Sin más dilación unas cuantas fotos por cortesía de Jose (que lo pasó en grande... algo poco habitual juo, juo, juo) para ilustrar el informe de batalla.

El oceano estaba en absoluta calma; desdel el puente de mando de la Santísima Trinidad se podían divisar los tres grandes buques de guerra que la escoltaban. La flota española acababa de penetrar en aguas del Caribe y estaba preparada para afrontar cualquier imprevisto. Manel de Pizarro Rodríguez de la Vega y Victoriano Gómez de Balboa encabezaban la marcha apoyados de lejos por Jaume Sales Guzmán de Requessens y José Gutierrez Zumarrategui de las Cuevas. Sus navíos tenían la misión de llegar a Cartagena de Indias para reforzas la flota hispánica que había sufrido muchas pérdidas en recursos y buques a manos de los pérfidos y zarrapastrosos corsarios ingleses.

Duelo hispano danés en el que saldría perdiendo el español... pero nada grave
Los cañones estaban prestos pues era más que probable que los de la Pérfida Albión intentasen un ataque contra el poderoso convoy. Aún así, el Alto Almirantazgo de Su Majestad la Queen no iba a desperdiciar demasiados recursos de su Armada contra los colosos ibéricos así que, muy típico de ellos, echaron mano de la Commonwealth y de unos cuantos bucaneros sedientos de sangre y botín para hacer el trabajo sucio. Una semana antes en la isla Tortuga un oficial británico se presentó con su segundo en la Taberna The Iron Horse. En aquel reducto de piratas se hallaba un renegado español reconvertido a pirata y ebrio de ginebra. Juan Segura Menéndez de la Cuadra alias Lord John negociaba con los ingleses mientras emitía terribles eruptos producidos por el último lingotazo de alcohol.

"Le proporcionaremos un buque y una tripulación que será de su propiedad si nos ayuda a hundir el Santísima Trinidad" aseveró Sir Vick Tresachs. Su segundo, Lord Eustaq, le miraba con asombro. No acaba de entender como se depositaba tanta confianza en un renegado español pero español a fin de cuentas y además terriblemente borracho. No había marcha atrás. La escuadra la formaría Tresachs y Eustaq con su Ligthning que formarían la última línea para cortar el paso a la escuadra española (típico inglés) Lord John con su Sant Anne de prestado cuya misión sería darse cera con los mejor de la Corona hispánica y el aliado danés Cesarus Von Fich que rodearía al enemigo y lo atacaría por retaguardia. El ataque se lanzaría al paso de la isla de Cuba.

Victoriano acaba su almuerzo cuando un observador entró en su camarote con gran precipitación: "-Piratas, buques enemigos a estribor!!!". Con gesto decidido, el capitán del Trinidad salió a cubierta y ordenó zafarrancho de combate. Había que romper el cerco y pasar sí o sí... aquellas tropas y recursos no podían caer en manos de los perros de presa británicos. Jaume de Requessens se desmarcó del convoy español con la intención de defender la retaguardia y evitar que el buque danés hiciese una escabechina. El resto de la flota avanzó a toda vela mientras que los británicos hacían lo propio para interceptar a los españoles. La niebla del primer turno imposibilitó cualquier posibilidad de disparo.

El segundo turno se inció con un estruendo ensordecedor. Los cañones del buque danés rugieron y lanzaron un terrible anadanada que dejó sin habitantes ni oficiales las cubiertas del enorme buque español. La respuesta de los escasos supervivientes dejó algunos leves daños en el casco. Ambos buques se prepararon para hacerse más daño pero el temporal se recrudeció, una terrible tormenta imposibilitó más disparos y el poderoso viento alejó al navío español, que casi sin tripulación se dejó llevar... se sospecha que a reunirse con un tal Lord John que se jactaba de poseer del mejor Ron y las mejores mulatas del Caribe. El capitán Danés, viendo que el escolta ibérico estaba alejado para siempre de la batalla se lanzó a la persecución del resto del convoy con la intención de ayudar a sus aliados que se habían metido en la boca del lobo.

Lord John a toda vela había bloqueado el avance de la escuadra española y estaba en situación de disparar todo su armamento contra los frontales y las velas españolas. Pero lo que debería haber sido una masacre resulta que por la gracia divina (claro tanto rezar estos españoles para algo debe servir) y por la poca historicidad del reglamento (jojojojoj) quedó en cuatro maderas rotas, tres o cuatro españoles hechos pedazos y el buque de Lord John a merced de la respuesta hispánica que sí o sí acabaría en algo nada bonito para Lord John que como buen español en buque inglés había preparado su bote salvavidas para poder afrontar cualquier adversidad. No iba a desangrarse un español por un inglés, aunque fuese un renegado.

Manel de Pizarro viró a babor y descargó toda la batería de cañones contra el Sant Anne realizando algunos daños superficiales aunque nada grave. El Santísima Trinidad viró a estribor para esquivar a Lord John pero no pudo girar lo suficiente y colisionó. Tuvo la oportunidad de abordar y no lo hizo ains... jejej ya no hacen españoles como los de antes... El choque provocó daños graves al buque británico y muy leves al español que consiguió destrabarse y escupir todo su fuego a bocajarro dejando al Sant Anne hecho un pecio flotante. Lord John puso pies en polvorosa dejando a su suerte a los británicos bajo su mando.

-"Que se pierdan que a mí me espera una excelente botella de Ron en Tortuga". Con el Sant Anne fuera de combate los buques españoles, ahora en superioridad numérica se lanzaron a romper el cerco de la Royal Navy... barcos de excelente movilidad que... DIOS, SORPRESA! LOS ALMIRANTES BRITÁNICOS HABÍAN ORDENADO LANZAR ANCLAS! José de Gutierrez pasó al lado del pecio de Lord John con una sonrisa lasciva pero sin haber disparado ni un sólo tiro. Lord John había puesto rumbo a Tortuga y Jaume de Requessens se dirigía ya al mismo sitio.


Pese a todo, los dos buques británicos restantes siguieron con sus anclas y abrieron fuego contra el Trinidad dejándolo prácticamente sin velas. Cesarius, que fue el único "británico" que dio la talla, vio el desastre y dio la orden de bajar la velocidad y virar en dirección a Tortuga a disfrutar del local y del ron de contrabando de Lord John.

Sir Vicks y Lord Eustaq, anclados en medio del océano lanzaron su terrible carga de muerte sobre el Trinidad dejándolo sin aparejo pero la respuesta de sus 136 cañones dejaron al Lightning en llamas y con la línea de flotación hecha un Cristo. Vicks disparó con sus ligeros sobre el rezagado José de Gutierrez (que reía mucho y disparaba poco) dejando su buque en llamas y cortándolo esa sonrisilla maliciosa. Manel de Pizarro, sin duda el más rodado, se colocó en la posición idónea para martillear con fuego y acero el casco del buque insignia británico de Sir Vicks, que seguía convenientemente anclado como correspondía a todo buen buque inglés. Victoriano, con su coloso casi sin aparejo se situó trás el Lightning dándole cera con saña y rabia hasta que lo envió al fondo del mar.

El Lightning se hunde sin remisión

"Ese perro de Lord John se ha cargado todo el plan, ya le dije a Vicks que no debía contratarlo" dijo Eustaq mientras era engullido por las azules aguas del Caribe. Victoriano y la Santísima Trinidad habían hecho la partida ellos sólos con el inestimable apoyo de Manel. Decidimos dejar la partida ahí y decidimos que era victoria decisiva española. Un pecio flotante, un buque hundido y otro que iba a correr la misma suerte en el siguiente turno eran argumentos más que suficientes para decretar una derrota aplastante británica. El Santísima Trinidad  tenía ya poca movilidad pero los buques de José Gutierrez y Manel de Pizarro estaban en óptimas condiciones para llegar a Cartagena y volver a remolcar al Trinidad que esperaría tranquilamente agarrando un trozo de ancla que es lo único que iba a quedar del buque de Sir Vicks.

Excelente miniatura
23:59 Víctor hizo la partida el sólo y se lo pasó en grande... en primer lugar bien venido... tómate con gracia éste informe y vuelve cuando quieras que con nosotros podrás jugar a lo que te apetezca. El Santísima Trinidad y su almirante Victor hizo un siete en la flota británica con un buque hundido y uno convertido en chatarra en su haber. Manel hizo de master, eso sí llevando un barco español, y aguantó con entereza los comentarios y cafradas de la partida de bárbaros que tenía a su alrededor (AVE). Quizá fue el que movió con más calidad... lástima que su cañoneó no sacase tantos seises como el de Víctor... sino se habrían disputado el título de matadores de ingleses. Jose se lo pasó pipa pero sin hacer nada relevante... aunque debemos destacar y agradecerle su paciencia y su buena consideración al hacernos unas islas estupendas y prestarnos algunos de sus barcos. Ahora sólo falta que coja el teléfono y haga lo que tiene que hacer. La partida se la pusimos en bandeja a los españoles por nuestras cafradas. Yo por lanzarme en una maniobra temeraria con el convencimiento de que obtendría más frutos. No fue así y tendré que tenerlo en cuenta para futuras partidas. Víctor y Eustaquio echaron anclas y con eso queda dicho todo.. Los españoles se frotaban las manos ante aquel tiro al pato o "duck" en inglés. Lo dicho, un día estupendo y mención especial para nuestro aliado danés que fue el único que dejó medio bien a la Queen y eso que no era su reina.









6 comentarios:

  1. Jajaja, esto hay que repetirlo, ahora que ya conocéis como va el reglamento.
    Mira que echar el ancla los británicos!!!!! Ande da visto semejante desperdicio de maniobravilidad

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  2. jojojojojojoj la verdad que estuvo bien si... por lo menos nos reímos de lo lindo jejejejejej

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  3. Jo que pena no poder ir .... ¡¡¡¡la próxima no me la pierdo!!!!

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  4. her komandant!!! seguro que hay barcos para usted así que cuando quiera! heil

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  5. bonito informe,

    Gracias por el recibimiento,la verdad que estuvo genial y me lo pase muy bien jugando la partida.
    Espero jugar muchas mas con vosotros

    un saludo

    Att: Víctor

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  6. jejeejej no hay de qué Víctor... cuando quieras aunque espero que para la próxima te toque darte un bañito por las aguas del Caribe jejeje

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